Se caracteriza por ser un espacio natural que acumula agua, en general dulce, y cuyas dimensiones son menores que las de un lago.
La mayor diferencia entre estas dos formaciones naturales se encuentra en la profundidad de sus aguas.
La profundidad varía según el grado de colmatación (cantidad de sedimentos acumulados) y las diferencias ambientales.
Las Lagunas de agua dulce son lugares donde el agua “dulce” es el componente fundamental. Se diferencian de otros ecosistemas acuáticos como los marinos o costeros porque la concentración de sales no sobrepasa el 10% o bien no son influenciados por las mareas.
Las lagunas y los lagos pueden formarse de diferentes maneras, entre las cuales se pueden mencionar: las de origen tectónica, las cuales se forman por depresiones creadas por plegamientos de la corteza terrestre, las volcánicas creadas por la depresión formada después de la actividad de los volcanes y las formadas por glaciares los cuales en su proceso de avance y retroceso forman cavidades que se llenan tiempo después con el agua del deshielo. Por último se puede mencionar las formadas por el desmoronamiento de la ribera de un río o aún también por el aislamiento de un brazo o meandro del mismo.